
Nos hemos levantado esta mañana con los datos del paro en Salamanca y las cifras, de nuevo, son dramáticas. Con una subida de casi un millar de personas, el número de parados en Salamanca asciende a 30.528 personas, número tras el que se esconden los dramas de muchas familias que no ven como llegar a fin de mes. Y esta tendencia de seguir sumando personas que pierden su trabajo, no va a corregirse por sí sola.
Desde Izquierda Unida volvemos a repetir, como ya hemos hecho otras veces, la necesidad de implicar a todas las Administraciones para poner fin a esta situación. Más de 4 millones de parados a nivel nacional y casi 200.000 en Castilla y León, deberían hacer repensar las políticas y dar un giro de 180 grados para encauzar la situación. Es fundamental poner en marcha un plan de choque en todas las administraciones cuyos ejes sean la protección social, el gasto público y la mejora de los servicios así como un cambio en el modelo productivo. Pero dichos planes han de ponerse en marcha a todos los niveles. Hay que volver a recordar que las competencias en materia de creación de empleo las tiene la Junta de Castilla y León y que tanto los Ayuntamientos como la Diputación también tienen cosas que decir. Es muy importante que las diferentes Administraciones se impliquen, para que esta situación no se agrave.
Desde IU hemos presentado 100 propuestas en el marco del llamado "Pacto de Estado". Estas iniciativas pretenden dar una salida a la crisis por la izquierda, una salida social y una salida en la que no se pierdan los derechos de los trabajadores ni de las familias. Pero las propuestas que PP y PSOE están poniendo encima de la mesa, que incluyen una reestructuración fiscal regresiva, el recorte del gasto público, futuras privatizaciones y ataques a los derechos laborales y sociales de los trabajadores/as, no suponen una salida social sino una salida en la que todo vale. Para Izquierda Unida no todo vale y por eso reiteramos que hay alternativas que ya hemos puesto varias veces encima de la mesa.
Para IU, la actual situación económica exige el mantenimiento de las prestaciones y ayudas al desempleo, pero también el reforzamiento de las ayudas sociales que se prestan desde las corporaciones locales, sin dejarlas exclusivamente en manos de las ONGs. Pero también llevar a la práctica el principio de que el objetivo prioritario es crear empleo y, en este sentido, la creación de nuevo empleo no puede estar, como venimos repitiendo desde IU, en el turismo y el sector servicios, sino en la industria (agroalimentaria, cultural, etc.), la logística, la economía productiva sostenible, el desarrollo de la Ley de Dependencia, etc. Todo ello exige emprender una reorganización regional, pero especialmente provincial, de la Formación Profesional que proporcione una formación inicial adecuada para las nuevas necesidades del mercado laboral.